Hay cosas que nunca pasan de moda, aunque a veces cambien de nombre. Lo que hoy muchos llaman “jabón natural” o incluso “jabón de Castilla”, en realidad es el mismo que nuestras abuelas y bisabuelas preparaban en casa desde siempre: un jabón sencillo, hecho con lo que había a mano, pensado para durar y aprovechar al máximo los recursos del hogar.
En mi casa se hacía con paciencia, removiendo durante horas y usando ingredientes tan básicos como aceite usado y sosa. Era una forma de reciclar, ahorrar y cuidar que hoy nos parece muy moderna, pero que ellas ya practicaban como parte de la vida cotidiana.
Ese jabón servía para todo: lavar la ropa, limpiar la casa e incluso como remedio para ciertos usos de la piel. Su aroma, su textura y el recuerdo de verlo secar en moldes durante días forman parte de esas memorias de infancia que saben a tradición.
Hoy quiero recuperar esa receta, no solo como un gesto sostenible, sino como un homenaje a esas mujeres que sabían sacar lo mejor de lo más sencillo. Porque, al final, hacer tu propio jabón en casa no es una moda… es volver a lo de siempre, a lo que funciona y a lo que conecta con nuestras raíces.
🌿✨ Un jabón que limpia, cuida y nos recuerda que las cosas más auténticas suelen ser también las más simples.
Ingredientes:
– 252 gr de agua destilada
– 98 gr de sosa caústica
– 650 gr de aceite de oliva usado
En primer lugar pesamos los ingredientes y mezclamos con cuidado el agua destilada y la sosa para hacer lejía, es conveniente usar guantes, gafas protectoras y mascarillas y realizar la mezcla en un lugar bien ventilado. Esta disolución aumentará de temperatura y debemos dejar reposar hasta que baje a temperatura ambiente para tener los mismos grados que el aceite.
Una vez ha reducido su temperatura, añadimos la mezcla al aceite usado (previamente colado) y removemos ambas mezclas.
Es importante remover mucho y siempre en la misma dirección para que la traza no se corte, es más fácil si usas para ello una batidora ya que tardarás menos tiempo.Cuando la traza haya espesado y aclarado su color, volcamos en un molde y dejamos reposar tapado durante 24 horas.
Pasado ese tiempo, puedes desmoldar y cortar en jaboncitos la traza. Ahora debes dejar curar ese jabón al aire durante 30 días antes de poder usarlo.
Y listo, ya tienes tu jabón casero reciclando el aceite, ideal para las manchas difíciles de la ropa, para lavarte las manos, y para realizar muchas recetas (como el jabón líquido de lavadora) a partir de una pastilla.
Os comparto el video para que veáis el paso a paso.