Si hay una receta que une tradición, sabor y aprovechamiento, son sin duda las croquetas de cocido. Con esa bechamel cremosa y el sabor intenso de las carnes del cocido, se convierten en un bocado irresistible que gusta a todos.
Son la mejor forma de dar una segunda vida a las sobras del cocido, transformándolas en un plato nuevo y lleno de recuerdos de cocina casera. Prepararlas requiere un poco de mimo, pero merece la pena: el resultado son croquetas doradas por fuera, suaves por dentro y con ese sabor de siempre que nos transporta a la mesa de la abuela.
Perfectas para un aperitivo, una cena ligera o para congelar y tener siempre a mano. Porque en la cocina de toda la vida, nada se tira y todo se aprovecha… ¡y si es en forma de croquetas, mucho mejor! ✨